Hace unos días leía una
efemérides sobre uno de los primeros hombres en circunnavegar el mundo en una
sola expedición, se trataba de Sir Francis Drake,
Inglaterra 1543-1596, Panamá.
No es que me gusten los temas navales, pero me
fascinó su biografía y el concepto que me perturba desde entonces se basa en lo
que entendemos por hombres buenos y hombres malos. ¡Qué concepto tan etéreo! Volviendo
a mi pirata inglés, Sir Drake, fue un buen ejemplo de la pluralidad de las
verdades: un héroe político para los ingleses, sin embargo un corsario y pirata
de extraordinaria crueldad para los españoles.
Sus hechos dejan claro
que fue un explorador de los mares y desde niño tuvo un instinto especial para
navegar. Un encuentro, poco fortuito, contra la flota española en el golfo de
México le marcaría para siempre y su odio hacia la corona española lo
acompañaría hasta su muerte, a pesar del acuerdo de tregua firmado entre ambos
reinos.
La reina, Isabel I de Inglaterra, lo nombró caballero por todo lo que había aportado a la corona
mientras que los libros de historia españoles se refieren a él como un
comerciante de esclavos y corsario de crueldad extrema.
¡Héroe o villano! ¡Verdad
o mentira! Esa es la cuestión. En tiempos de lucha por verdades absolutas solo quiero recordar que
nada es lo que parece y los términos “verdad” y “pura” no pueden darse nunca
juntos: “ Pura verdad” pues verdad verdadera hay tantas como personas y lo que
es puro para unos puede resultar sucio para otros.
Personalmente, perseguir
la verdad es como perseguir la perfección, cada uno es perfecto a su manera y
no vale arquetipos estandarizados. Estamos solo a 2017 y este nuevo siglo ya
empieza a cansarme, supongo será por las altas expectativas que tenía de él. Nací en el 1970 y casi todo el mundo esperaba
más de un nuevo siglo que sonaba a futuro verdadero. Lo que nadie nos aseguró
que en el futuro tampoco vive la verdad, ni en el pasado. Con lo que será mejor
no buscarla y seguir negociando entre lo bueno, lo malo y lo peor, y a estas
alturas prefería algunos malos del pasado más cercano ( principios del siglo
XXI, apunte para malpensados) que algunos "verdaderamente buenos" recién
llegados.
Todo esta reflexión tan superflua es para
deciros que vosotros, escritores, no os tenéis que ceñir a realidades, bien al
contrario, dejad que vuestras musas os guíen y cread personajes llenos de
verdades y maldades absolutas, sí, villanos y héroes que nacen y mueren entre
esperanzas de tinta y roces de papel. Provocad, excitad y sentid, sentirlo todo
para emocionar al lector que busca verdades, fuera de libros, que no existen.
Nota: para aquellos amigos que me inspiran y aun pensando distinto nos queremos y nos respetamos. Sou collonuts!
No hay comentarios:
Publicar un comentario