jueves, 29 de diciembre de 2016

2016, palabra de mujer


Así empezaba el post del año pasado, la verdad es que podría empezar este de la misma manera, pero gracias a los resúmenes del año 2016 de mi propia vida que me ofrecen las empresas como Google, Facebook y demás plataformas recapitulo y descubro que ha habido más momentos buenos que malos.

Cuando salgo a correr es como meditar en movimiento, entro en un estado de concentración en el que aparecen ideas en mi cabeza de una forma clara y nítida. Hace unos días, en mi última carrera, la frase que me regaló el universo fue: “si he llegado hasta aquí leyendo lo que leía, tengo que cambiar de lectura, descubrir nuevos libros”. Estoy en ello con todas mis fuerzas.

Si bien, ha sido un libro, o mejor dicho un ebook y una escritora que me ha marcado este año 2016: Lucía Ros, una joven periodista, algo cabezota, que a pesar de su juventud posee un gran sentido de la vida en pareja y me ha enseñado el papel de la mujer como herramienta de cambio en su propio destino.   Espero poder demostrar lo que os digo con hechos y producir contenido durante el 2017 que refleje lo aprendido. Su novela Encuentros bajo la piel, la hemos clasificado de romántica, con un argumento lineal, fácil de leer,  el núcleo de la trama es una mentira: Un beso indebido.

Alguno de vosotros puede pensar que eso es infantil o sin importancia pero la mentira es la semilla de un tumor en la vida en pareja. No hay mentira pequeña ni justificable. La sociedad protege y promueve la mentira, la tolera y le da credibilidad. La convierte en verdad y eso es una causa de destrucción masiva de muchas estructuras: familiares, políticas y económicas.
Encuentros bajo la piel,  ha sido la novela que me ha hecho cuestionarme muchas cosas. En ocasiones cosas sencillas nos revelan grandes misterios. Evidencias que las tenemos delante y nos acostumbramos a ignorarlas. En este año 2016 ha muerto una ridícula parte de  mí para renacer todo el resto, infinitamente más grande y poderosa.

En el año 2015 afirmaba que dejaba mi piel por el camino, en el 2016 se me ha quedado también algún órgano, literalmente hablando. Pero el renacimiento vale la pena. Junto a la piel y mi riñón a medio funcionamiento, dejo muchas personas. Amigos que los creía así, gente que solo eran buenos para fiestas, ejércitos de zombis que pueblan la tierra, adoradores de las mentiras, les recuerdo que la verdad descansa en el silencio,  que yo vivo…VIVO cada minuto con aire fresco y libertad escalofriante. Llego al 2017 prácticamente desnuda, sin dinero, sin amigos “de los de antes”, pero con nuevas hermanas y nuevos amantes que están cuando los necesito, sin pedir nada a cambio, sin mentiras ni falsas expectativas.
Llego al 2017 con una nueva faceta de madre, nunca pensé que mis hijos serían mi mejor inversión, ellos me han devuelto algo que es impagable: me han recordado quien soy. Me han empujado a romper con todo, sin miedo,  juntos reímos y lloramos por igual, sin vergüenza. La música nos protege y YouTube nos ilumina en los momentos de oscuridad.
O sea que SÍ, afirmativo, 2016 ha sido un buen año, duro, pero determinante y feliz, 
 2017 pinta bonito(*).
 ¡FELIZ 2017, nos leemos pronto!

·         
((*)Expresión que decía Miguel Ángel Azpitia, siempre en mi memoria

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Ya es navidad, ¡otra vez!

Hace días que no escribo porque salgo de un periplo personal,  por si alguien no acaba de entender el término periplo, se refiere a realizar un viaje con regreso al punto de partida. 
Parece ridículo un viaje a niguna parte, pero sí, a veces, reencontrarse uno mismo tiene su dificultad. Suena bastante simple o incluso estúpido por aquello de decir ¡cómo diablos te puedes olvidar de ti mismo en tu propia vida! No sé explicar bien cómo ocurre, pero que sucede es bien cierto y doy fe de ello. Seguiré trabajando en cómo explicarlo después de navidad, porque YA ES NAVIDAD, otra vez.

Los medios de comunicación se llenan de anuncios de colonias, juguetes y ONG’s, entre tanto estrés consumista la gente piensa en aquellos que no tienen las mismas oportunidades que nosotros. Tal vez deberíamos ser nosotros los que pensáramos si lo que hacemos vale la pena.

 En mi caso, a pesar  del caos político mundial y el personal no puedo evitar volver a emocionarme por navidad y he decidido ser anfitriona de ella. A pesar que las fuerzas electrónicas se conjuran en mi contra: tengo el horno averiado, una puerta estropeada y demás remiendos caseros por hacer, decido ser anfitriona de los sueños de los míos porque cada día somos menos y más viejitos. Hay que regalar tiempo compartido aunque los regalos, los que se envuelven en papel, no sean lo esperado, las risas y los momentos que disfrutaremos serán únicos e irrepetibles.

Yo ya tengo mi regalo: la estrategia comercial de 2017. Hace justo un año ni imaginaba que algunos títulos de Marlex  estarían en las librerías, sí, más despacio de lo que mi inquietud comercial desearía, pero están. Y tenemos que estar más y mejor. Nuevos formatos y nuevas obras por las que trabajar, títulos del extranjero,  sin olvidar “nuestra cantera”, obras para adaptar y nuevas aventuras que seguro nos depararán el año próximo. Solo quedan cuatro días laborables, operativos, antes de  que se acabe el año y en ellos tenemos que dejar trazadas las líneas a seguir, evitaremos así un viaje a ninguna parte, seremos los capitanes de nuestro sello y navegaremos hacía nuevos puertos.

Pero ya hablaremos del próximo año la semana que viene, ahora solo importa que es NAVIDAD,  otra vez.
¡Ah!, no os olvidéis de regalar lectura, en papel o ebook, pero siempre lectura.
¡Felices fiestas!
Post de hace un año: Supervivencia navideña



miércoles, 7 de diciembre de 2016

De internet al papel

Justo en la semana en la que se hace público que Amazon abrirá su primera tienda física en Seattle, EEUU, su ciudad natal, se confirma lo que hace tiempo que decimos en Marlex:el salto de internet al mundo físico es posible.  
Salvando las comparaciones, nosotros también nacimos siendo solo digitales y ahora se cumple el primer mes de  nuestra entrada en las librerías. Es maravilloso ver cómo todo cambia y se transforma. Nuevos formatos y nuevas formas de pago se desarrollan y dejan pasmados a entidades bancarias que pretenden seguir castigando a sus clientes con comisiones. Seguir mirando al mundo con desdén porque piensan que rendimientos pasados  tienen que asegurar sus beneficios futuros. No se han aplicado la filosofía que tan prepotentemente indicaban a sus clientes, y ahora, aunque se agarren con uñas y dientes a su mediocridad burocrática,  se convierten en productos no asegurables y financieramente inviables. 
Esto lo dirijo hacia la banca española porque ha llegado al día que es más agradable tratar con un cajero, al cual le puedes dar un puntapié sin que se queje, que lidiar con algunos cajeros de carne y hueso que parecen tener serios problemas para leer instrucciones básicas de sus propios prospectos.
Más o menos pasa lo mismo en el mundo editorial, siguen luchando por no apostar por nuevos formatos, nuevos escritores, y la mayoría prefiere no cambiar antes que adaptarse a los cambios que se establecen sin permiso de nadie.

En mi caso, más que adaptarme, prefiero inventar y provocar el cambio. Aunque duela, algunas decisiones son hirientes, hay que descartar y elegir, apostar sin ver del todo.  Delegando en nuestro instinto constructor de ideas y de nuevos formatos. Hay que confiar en nuevas personas y levantar el pie para pisar un puente que parece de cristal  pero si no pisamos, no sabremos de qué tipo de material es ese nuevo camino.
Puede que alguien piense que arriesgo, yo lo considero una apuesta segura a la opción de seguir avanzando pero, ante la duda, me sumerjo en mis lecturas presentes a sabiendas que no me defraudarán, nunca.
Los nuevos títulos que entraremos en papel en las próximas semanas son los siguientes:


Malva,  una aventura de amor juvenil entre razas invasoras, una historia de adaptación y lucha escrita en forma de diario.

Jennifer Palau









El hombre que no entendió a Newton, lo considero un cuento maravilloso que nos enseña a entender nuestras discapacidades y  la importancia de pertenecer a  algún grupo o colectivo humano por extravagante que sea.



Jorge Márquez







Sin más, os dejo porque tengo que seguir leyendo, pero os recomiendo una canción para que os pintéis la cara color esperanza y quitarse los miedos, dejarlos ahí fuera...






martes, 29 de noviembre de 2016

Ando apagada pero no fundida

Para ser fiel a la filosofía de este blog, debo escribir sobre lo que me ha pasado esta semana. Eso me obliga a volver a hablar sobre la muerte y sobre la tensión de publicar en papel.

La muerte me vuelve a rondar, no directamente pero sobrevuela amenazante a familiares muy cercanos y queridos. Ante la extraña sensación que produce el diagnóstico de un cáncer, independientemente del estado o la fase en la que se encuentre, no se si será por mi madurez o por mi cansancio vital pero mantengo la calma. Una falsa calma disfrazada de sentido común que me recuerda que es parte de la vida, la muerte. “Es ley de vida”, me obligo a pensar. Quiero atar mis emociones y controlar. Gestionar los miedos de niña pequeña que llevo puestos porque si les doy rienda suelta me pondré a patalear contra el suelo maldiciendo al destino. Pero deseo ejercer y usar todos mis años para mirar a la muerte con calma y volverle a recordar que “de aquí no se va a llevar a nadie más, al menos hasta que yo lo diga”.

Cuando empezó esta nueva etapa de hospitales, café de máquinas y sesiones de quimioterapia, mientras bajaba en el ascensor sentí la muerte a mi lado, la miré directamente, mi calor se impuso a su extraordinario frío. Mi luz a su oscuridad, la miré a su vacío y me sentí más fuerte que ella. Ella es solo muerte, desea ser humana, pero es solo un trance, una trabajadora a tiempo completo para los caprichos del destino. Nunca se equivoca, su existencia es eternamente monótona y aburrida. Es una simple operaria, ejecutora de órdenes de alguien de más arriba o de más abajo, allá cada uno.

Qué más quisiera la muerte que ser yo, poder vivir todo lo que yo vivo en una hora, en un día. Poder soñar y desear lo que yo deseo. Ella no sabrá nunca qué puede suponer perder a un ser querido, porque no tiene ninguno. Está sola. Sola en la galaxia, en el destino, en la física cuántica. Nadie ha descubierto una fórmula que le conceda presencia física, que le otorgue el privilegio de materializarse aunque solo sea a través de una tiza y dejar su esencia vital en una pizarra. Si es que me da hasta pena ser muerte, porque yo soy vida.

Y mi vida tiene muchos nuevos retos cada día, uno de ellos laboral, la gestión de los títulos impresos en papel: los nuevos tiempos de producción, nuevas formas de comunicación, y ritmos distintos de gestión. Cada día es una pequeña aventura que me permite hacer algo que desearía la mismísima muerte: hacer realidad el sueño de otro, en este caso de vosotros, escritores y el poder ver vuestras obras en manos de lectores.

Por todo esto ando apagada pero no fundida (*), ando rompiendo con todo pero no para siempre, ando enfadada con muchas personas pero no amargada ni herida. Porque no soy una víctima de la muerte sino una guerrera de la vida.

Os recomiendo Ambkor, un grupo de rap barcelonés, esta canción me encanta



miércoles, 16 de noviembre de 2016

Peleas de escritores

Los que leéis este blog sabéis que normalmente comparto experiencias que me han sucedido durante la semana. Vivencias que tengan que ver con los escritores y las obras que publicamos. En esta ocasión, el centro de mi atención ha sido para dos escritores, entenderéis más adelante que no identificaré ni sus nombres ni a sus obras, que se han enfrentado entre sí usándome  a mí como interlocutora.

Dicho en una frase: dos escritores publicados en nuestra editorial se han enfrentado y se han recriminado el estilo “pésimo” de cada uno de ellos. ¡Ha sido una experiencia única!

Supongo que estaréis pensando por qué me he inmiscuido en una discusión ajena. Pero tenía que cumplir mis tareas de representante de escritores, y en ellas está la de hacer llegar la opinión de uno hacia el otro. Di mi palabra que lo haría y así lo hice.

He disfrutado de ver qué capacidad tan creativa puede desarrollar el ser humano, y todavía más y mejor el ser humano que es escritor, para atacar verbalmente a un contrincante. He disfrutado ante el análisis de cada uno respecto a la obra del otro, además de que se tratan de un hombre y una mujer, con estilos totalmente opuestos y géneros  distintos.

Alguno de vosotros puede opinar que debería  haber puesto  paz entre ambas plumas, pero de hecho es que ha resultado inspirador, y os recuerdo que ya grandes figuras literarias -Vargas Llosa y García Márquez, entre muchos otros-se han enfrentado tanto físicamente  como verbalmente.
Personalmente creo que la tensión sexual es muy mala consejera y creo que no hay mejor manera de empezar una relación que discutiendo, siempre desde el respeto y la inteligencia. De hecho yo he forjado mis amigos de la infancia gracias a peleas y  malos comienzos. Tal vez parte del encanto  de la amistad y de cualquier relación entre personas o personajes radica en el enfrentamiento, en la atracción no explícita pero sí deseada, en el  aparentar “no querer” pero  anhelar que suceda… Quien sabe si algún día en el pequeño ámbito de  Marlex Editorial nacerá una relación nueva entre escritores de géneros “literarios” opuestos y enfrentados.

Lo que sí os prometo es que las aventuras en esta peculiar familia no han hecho más que empezar. 

viernes, 11 de noviembre de 2016

Segundas partes


El refrán dice “nunca segundas partes fueron buenas” pero  dada mi condición innata de ser contestaria , estoy totalmente en contra. También niego la lógica numérica que después del primero viene el segundo.

Puede que penséis que tengo un mal día, lo que es verdad, pero todo esto viene porque en pocas horas saldrá a la luz una nueva novela, La Fruta Madura de Daniel Escriche, su primera novela que será publicada después de la segunda…Parece un lío propio de las comedias clásicas de los hermanos Max, pero es una realidad. Primero publicamos en papel la obra La naturaleza del fuego que en realidad ha sido su segunda novela. Y además, estamos leyendo  y valorando la segunda y tercera parte de la primera novela, La fruta madura.  

No os desvelaré mucho porque La fruta madura es sin duda la opera prima de Daniel Escriche. La agilidad y la brillantez de La naturaleza del fuego ha eclipsado ese primer trabajo. Ahora llega su momento, y la podréis leer en papel y en las principales librerías. Ha llegado la hora de descubrir a Mario Vizarri, un escritor  de éxito, cuarentañero, que llega a Barcelona para escribir y buscar historias, ya os adelanto que las encuentra. Primero en los sótanos de un mercado de Gracia donde un  amor de la guerra civil española reposa dormido esperándote a ti, lector, tienes que rescatarla y hacer que los personajes vuelvan a encontrarse antes de que sea demasiado tarde. Te toca a ti, leer, y conseguir que los sueños de los personajes toquen la luz de la vida, de la tuya.  

Siento mariposas en mi estómago de editora, curiosidad por leer la obra en papel. Pesaréis qué tontería pues ya la he leído y más de una vez, pero quiero ser lectora y emocionarme como lo haréis vosotros.  Tener en mis manos las 208 páginas maquetadas y perfectamente diseñadas  y recorrer la trepidante historia entre Barcelona y  Molló, redescubrir la ruta del exilio y lo que se perdió en aquella desafortunada guerra.


Tengo la manía de poner apodos y nombre a casi todo, a Daniel Escriche lo he apodado, “El escritor del Montseny, porque vive allí, porque conseguirá que su personaje se enamore y reencuentre su “ hogar dulce hogar” en Sant Pere de Vilamajor bajo la atenta mirada del Montseny. Sus historias tienen el ruido de la hojarasca de otoño multicolor de les Guilleries, el olor a setas y humedad de los bosques que rodean la falda del Monsteny.  La tranquilidad de esa eterna montaña que siempre nos invita a que la recorramos como el efímero resbalar de vuestro  dedo por las páginas de La fruta madura

Blog de Daniel Escriche
Facebook La naturaleza del fuego

lunes, 31 de octubre de 2016

Payaso diabólico

Parece obligado escribir sobre muertos, brujas o gatos negros. Este año se ha añadido un nuevo personaje a los desfiles de Halloween o día de los muertos: el payaso.
Payasos terroríficos han asaltado las calles y las estanterías de establecimientos de ventas de disfraces. ¡Qué lástima! Hasta ahora sabíamos que los payasos eran alegres y divertidos, por fuera. Tristes y melancólicos por dentro. La cultura norteamericana ha matado, literalmente, la simbología del payaso torpe y bonachón para convertirlo en un nuevo ser diabólico.
Con la novela “It”, de Stephen King, empezó todo, la escribió en 1986 y fue llevada a la televisión en formato de mini serie. Es la historia de siete jóvenes que se les aparece un enigmático payaso para llevarlos al más allá. Las comparaciones son odiosas pero sería una versión americana de nuestro “hombre del saco”.

Los medios se han hecho eco de este fenómeno que ha portado problemas de orden y seguridad ciudadana en EEUU y Reino Unido, principalmente, pero nadie ha pensado que se trata de un personaje inventado, una ficción de novela que se ha colado en nuestra sociedad para quedarse y conquistar nuestras ancestrales celebraciones e iconos europeos. Treinta años después de haberse publicado un libro salta a la palestra y vuelve a conseguir nuevos lectores ávidos de historias de terror. ¡Imposible conseguir un mejor márquetin para una novela! Los principales espacios de noticias de todo el mundo han comentado el fenómeno.  El mismo Stephen King ha hecho declaraciones en favor de la imagen clásica y benévola de los payasos.

Actuando de bruja diré que esa falsa modestia no me la creo, es como cuando  se pide perdón a un contrincante por ganarle un punto en algún deporte. ¡Falsa cortesía! “Ohh, pido perdón a todo los payasos del mundo….”

Espero que disfrutéis de este día, que recordéis  a los muertos pero mejor sería que disfrutéis de la vida porque quedan 364 días para recordarlos en paz. 

Si no sabéis qué leer os recomiendo algunas de nuestras obras de terror:

El secreto de tío Edgar, Alberto Becerril Iturriaga, la obra más leída y descargada en Google Play.

También tenemos publicados relatos cortos de terror de descarga gratuita:
Carne, de Alejandro Damián Lamela


miércoles, 19 de octubre de 2016

Despegando

Estoy despegando hacia Frankfurt, vuelo hacia la feria del libro más grande del mundo, el avión está lleno de escritores que intentaran vender su libro, editores aburridos de lo que venden, ejecutivos del márquetin y la comunicació. A medida que me adentro en un aeropuerto me siento más libre, una vez en el avión es como el trampolín hacia la nada. Despegar del suelo implica un espacio sin apegos. Desarraigarse de nuestra propia vida. Durante unos instantes te desplazas por el aire sin ningún lastre emocional de los que nos atan al suelo.  El sol y la luna juntos, nubes de fuego delimitan el horizonte como una zona a la que solo se puede mirar pero no hay forma alguna de llegar.

Esta sensación de andar sobre el cielo, de acercarse a  ser dios sin dejar de ser humano, solo hay otra forma de conseguirlo: escribiendo.

Escribir nos permite desarraigarnos de todo lo que somos y poder ser todo lo que nos gustaría. Escribir nos desconecta del mundo como lo hace un avión volando a 10.000 metros de altitud. Nos permite crear personajes a nuestra imagen y semejanza. Podemos construir villanos y princesas, caballeros y criaturas que jamás han existido, todavía. Mundos paralelos o bien un mundo sin todo lo que nos disgusta. Escribir te permite ser el protagonista de tu historia o bien un personaje secundario que puede estar en todas las escenas sin ser visto. Puedes ser hombre, o mujer, animal o cosa, crear vida o arrebatarla. Y sin coger un avión. ¿Qué más se puede pedir?

Me temo que siempre se puede pedir algo más, una única cosa que completa el poder de  escribir, sin la cual ser dios o humano no tiene la menor relevancia: que te lean.


Y es justo por eso que estoy aquí, caminando por las nubes, por este espacio donde solo habitan los ángeles  en el que entro y salgo a mi voluntad, incluso sin necesidad de un avión. Estoy aquí para intentar que nos lean, a nuestros títulos. Poder verlos traducidos y en librerías de otros países. Estoy aquí para decirle al mundo que hay mucho publicado pero que lo que nosotros tenemos es realmente único y especial. Solo vuestro, solo nuestro, y espero que dentro de poco algo más de todos. 

jueves, 13 de octubre de 2016

Descubriendo espacios

Hoy dedico este post a todos los que no sabemos dónde está el Norte, como el tan intrigante Colón, no tenemos ni idea dónde está la derecha ni la izquierda y por ello solo vamos hacia adelante. Gracias a ello nos perdemos y justo por eso siempre nos encontramos.

Hace unos días, debido  a mi gran capacidad* para no orientarme y  no conseguir entender  la voz del GPS que lleva mi coche, acabé dando vueltas en una rotonda al otro lado del Túnel de la Rovira en Barcelona. De pronto me di cuenta que nunca había estado en aquella parte de la ciudad. Detuve el coche encima de la acera y me bajé a observar la montaña y la riera que estaba perfectamente ajardinada.

 Sentí que ya había estado allí antes, y me vino a la cabeza las andanzas de los protagonistas de nuestra novela, En el mirador de los sueños de Felip Ródenas. Mis ojos veían calles convertidas en avenidas amplias, rieras en zonas ajardinadas y la montaña que separaba dos formas de vida: la de las chabolas del Carmel de las opulencias del Barri de Gràcia. Las voces de los niños protagonistas del libro cazando gatos para sobrevivir me invadieron y los buscaba entre los árboles ordenados y bien cuidados que ahora lucen tranquilos y orgullosos de pertenecer a un barrio recuperado y moderno en una ciudad donde las clases han desaparecido aunque no los privilegios.

Experimenté en primera persona y a ras de piel la importancia de la descripción espacial en las novelas. El lector está ávido por andar los caminos que el autor le presenta. Quiere  sentir que se traslada al espacio en el que está el protagonista y agradece ver y sentir lo mismo que él. ¡No es fácil! Muchas veces puede arrastrarnos la historia, los diálogos, los personajes que se rebelan y nos dominan haciéndonos descuidar el entorno, la escena o el espacio dónde ocurre todo.

Recordad que estamos en una sociedad cada día más visual, necesitamos ver y sentir, mejor en 3D. Es un reto para el escritor que debe poder transportar al lector a todos los espacios con el máximo de detalle para que vea lo mismo que ve el personaje de ficción, pero sin aplicaciones de realidad virtual, solo con la palabra.

Tengo la capacidad* innata de no poder entender  un mapa, sin embargo no olvido las ciudades que he descubierto a través de novelas y obras que me han hecho amar, matar o llorar por sus calles.

*No me he confundido, he escrito “capacidad”, he decidido que no tengo incapacidades, o dificultades,  solo capacidades distintas.

miércoles, 5 de octubre de 2016

Fe o religión

Repasando los artículos escritos estas semanas, descubro que no he escrito nada sobre  religión o creencias.
Me considero una persona de fe, creo en muchas cosas, en los elementos de la naturaleza, en la energía, en la fuerza de las ideas, las buenas y las malas, en que hay un todo invisible que nos hace iguales y que nos une. Confieso que me hubiera gustado pertenecer a alguna religión convencional, todo hubiera sido más fácil. A pesar de mi capacidad para inventar y creer en cosas intangibles nunca he conseguido sentirme bien bajo ninguna creencia religiosa que imponga dioses monoteístas, injustos y con súper poderes. No consigo creer que hay alguien que escribe nuestro destino ni tampoco que haya un paraíso o un infierno esperándonos después de esta vida.

No obstante, esa energía de la que he hablado,  sí que me da la fe de saber que esta vida no lo es todo. Así lo siento, todo y qué no tengo una idea clara de lo que habrá antes o después. Me educaron bajo la creencia que mis antepasados me protegen y lo sigo creyendo así como sé que cuando mis padres no estén ellos guardarán de mis hijos, como si fuera alguna extraña ley universal y metafísica en la que he sido educada. Resumiendo, soy una persona de fe ecléctica y que me siento identificada  y unida a muchos profetas de las grandes religiones, confieso que no sé rezar y que cuando algo grave me ocurre solo respiro y encadeno mantras en chino según la ocasión porque es lo que he aprendido. Muy poca gente conoce mi vinculación con el mundo oriental, no suelo hablar de ello porque sería largo y bastante complejo de explicar. Pero, así es.


Todo esto viene porque he estado repasando las obras de la editorial desde el principio, y la obra en la que más hemos trabajado con diferencia ha sido Yeshua Ben Yosef de Henry Bäx, pseudónimo de Galo Silva, uno de nuestros escritores más productivos tanto a nivel de cantidad de obras como de géneros desarrollado. Actualmente varios de sus trabajos son publicados por la editorial EDEBÉ en Latinoamérica. 

Yeshua Ben Yosef no es una obra de fe católico-cristiana, es una obra muy actual que trata la vida familiar de Jesús en el entorno social de la época y con los problemas que supuso para sus padres tener que educar un niño especial. Trabajamos con Virginia Fernández la corrección del texto porque necesitábamos un especialista en latín y hebreo. Esta obra fue el resultado de cuatro años de trabajo y estudio del escritor y de unos 4 meses de trabajo editorial de leer y releer así cómo investigar sobre expresiones hebreas y desarrollar los diálogos de los protagonistas de forma creíble y fácil de leer. Yeshua Ben Yosef es nuestra obra más internacional hasta estos momentos sus derechos se han vendido en varios países de Latinoamérica y en EEUU. Aunque ahora los hemos recuperado para distribuirlos nosotros directamente.
En la vida nos preocupamos y nos enfrentamos por creer, cuando lo importante es sentir. 

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Vida y muerte de un inmigrante

Nunca un título dijo tanto sobre su autor. Esta semana me cuesta escribir, por muchas razones, he querido buscar temas de actualidad literaria y también noticias sobre nuestras nuevas andanzas editoriales pero no me sale. No consigo ordenar las ideas, ni estructurar el mensaje. Solo me viene a la mente Miguel Ángel Azpitia, uno de nuestros escritores que se ha ido para siempre. Autor de Las Sebastianas y Vida y muerte de un inmigrante, su trabajo de vida. Los dos sabíamos que esa obra era determinante y crucial para él. Muchas páginas, muchos matices lingüísticos, un gran trabajo de corrección y adaptación. Diferentes dialectos y dejes abordados a través de los diálogos de cada personaje. La historia la escuchó de su tío, y es un viaje justamente en sentido opuesto al que él realizó: desde Mallorca a Argentina. 

Ahora, desde el recuerdo pienso en Miguel Ángel y lo siento como que dentro de sí siempre había ese niño “chico”, frágil e ingenuo. Audaz y divertido como el protagonista de esta aventura épica. Me quedan, como recuerdo, muchos de sus emails y comentarios, aquí copio uno de ellos: 



“…para mi amada Anto, que seguramente sabrá quién es el señor DILVE.
A mí solo me interesa saber cómo estás tú y tu familia, si las vacaciones, aparte de cortitas fueron faustas y si el futuro pinta bonito y al respecto te digo, solo las personas buenas, viven todo un día…”






Miguel Ángel sabía que su vida se acababa y me lo dijo justo en un momento que yo tuve que superar una trágica muerte que me inmovilizó mucho tiempo. Como siempre pasa cuando estás con alguien enfermo, se te olvida que los días van cayendo, y que el tiempo no corre igual para ti que para ellos. Juntos compartimos, aparte de proyectos escritos, momentos duros de nuestras vidas, muerte de seres queridos como la de su perro Darko. Yo también tengo perro y sé lo que se le puede llegar a querer. Pero así, ahora, ya tiene alguien con él que pasear por las nubes. 

Me hubiera gustado decirle que a pesar que no llegamos a conocernos en persona, él ha sido importante para mí, no solo a nivel profesional, me ha enseñado muchas pequeñas cosas como la importancia de amar y vivir con la persona que quieres por encima de ti. Solía decirle que lo de ellos (por él y su mujer, Antonia) era una extraña simbiosis, perfecta y maravillosa. 

Siento que su ejemplo me ha inspirado y yo he tomado la decisión de no vivir en minúsculas sino con todas las letras que nos ofrece el diccionario. No podemos malgastar ni un solo día de nuestra vida con falsos amores, como “buena persona” que me considero pienso luchar para conseguir “VIVIR todo un día”…aunque uno solo fuera. 

Gracias, Miguel Ángel por haber existido y por inspirarnos, algo de ti se queda en esta pequeña familia de inventores de historias y andanzas varias, parece que el "futuro pinta bonito" :)

miércoles, 21 de septiembre de 2016

52 semanas: Primer cumpleaños del blog

Hoy hace 52 semanas que empecé está aventura escrita, sin demasiadas expectativas pero ha sido un viaje de inicio a una nueva dimensión de mi experiencia en comunicación.  La idea inicial era dar algo más de mí a nivel personal para que los “clientes-escritores-amigos” de nuestra editorial supieran cómo soy en mi día a día. Una forma de devolverles la confianza prestada por enviar sus manuscritos y decidir empezar su aventura de publicación con nosotros. Dejarse leer no es fácil, y permitir que te lean personas que buscan fallos y te comparan, es todavía peor.

En estas 52 semanas hemos hablado de muchas cosas: de escribir en un diario personal, de escribir a mano o en un blog. De libros con algún tipo de poder oculto y mágico, de libros para no leer ni prestar. De escritores robadores de almas y guardianes de secretos. De abrazos que hacen ruido, de sexo, solo sexo…También de la primavera, de enamorarse, e incluso de fútbol algo que intento evitar en los medios en los que colaboro. De personajes, mujeres y hombres, de principios y finales…52 semanas escribiendo sobre la vida, la mía, la vuestra y la de todos.



15.000 lectores, no sé si son  muchos o pocos, no he marcado una estrategia más que la de escribir algo cada miércoles. Todavía recuerdo cuando el primer artículo pasó de las 100 lecturas. Hoy si no llegan a las 300 o 400 en un rato  me siento mal. Resulta fácil acostumbrarse a que te quieran, y a través de este diario digital, no el de papel, me he sentido querida. Prometí que pelearía por vuestras obras y lo he hecho, no se ha visto en ningún medio pero he recorrido muchos kilómetros y he enviado cientos de emails, la mayoría no respondidos, peleando por vosotros. Creo que en breve se verán los resultados. Y que nadie me diga “qué suerte has tenido” porque todo lo bueno que vaya a pasarnos, y me refiero a vosotros y a mí, no ha sido suerte sino un gran esfuerzo y duro trabajo.

Volviendo al principio de esta historia, al primer post, os informo que sigo escribiendo en mi diario de papel, “ el de los otros”, no tengo demasiadas cosas buenas escritas en estas 52 semanas pero sí necesarias y grandes cambios que son daños colaterales de ESTAR VIVA, y sigo como empecé: sin saber cómo acabará esta historia.   
 ¡Gracias!...Y seguimos :)


Nota: no haré vídeo de este post, no puedo expresarme bien cuando hablo hacia fuera, prefiero escribir hacia dentro

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Sexo, solo sexo


Portada boceto, estamos trabajando en ella
Hoy toca hablar de sexo, complicado, parece. Lo podía hacer desde el aspecto científico, o el filosófico, o bien desde el antropológico, cultural, fisiológico, o pedagógico…Pero  lo haré desde el literario.
Si bien la vida y mi profesión me ha llevado a cambiar mucho mi criterio sobre el sexo, gracias a nuevos proyectos editoriales basados en estudios de sociedades matriarcales en el mundo actual y gracias a novelas eróticas que han llegado a nuestra editorial y sobre las que hemos trabajado para adaptarlas a nuestros matices y a nuestra rígida sociedad europea,  he aprendido a descubrir las ventajas que tiene el hombre, como escritor, para desarrollar temas de sexo.
Curiosamente, si buscamos listas de las mejores novelas eróticas aparecen autoras y novelas recientes,  y lo hacen por sus ventas e inversión en marketing editorial pero no  por su calidad narrativa. Ahora es cuando me voy a volver a posicionar como “machista”, como me acusan habitualmente, pero precisamente todos los bestsellers que corren por los ranking de ventas son justamente eso: machistas y sexistas.
Nos venden la moto de ser liberadores por describir relaciones sexuales condicionadas a la búsqueda de dinero o a la superación de las frustraciones personales de mujeres, madres, al borde de la histeria permanentemente. Caricaturizan prototipos humanos que acaban siendo modelos para las nuevas generaciones.  Se vanagloria la prostitución como si por ser mujer, cuando necesitas dinero, ya sabes…te prostituyes y listo. Por describir con palabrotas  o usar el verbo “follar” no nos liberan como lectores.  
La naturaleza es sabia, y nos ha hecho a las mujeres multiorgásmicas para disfrutar mucho más que el hombre y compensarnos por el hecho de tener que parir. Esa es mi teoría personal, nada científica ni académica. Ello permite que la mujer consiga el éxtasis a veces solo con una acaricia mientras que el hombre permanece atento y expectante, disfruta mirando a su compañera y percibiendo cada detalle de la escena. Eso lo convierte en un buen narrador. Puede describir todo lo que ve aunque las mujeres tenemos a nuestro favor,  lo mucho que sentimos y el camino hasta llegar a esa sensación llena de matices y tonos sensitivos distintos. La mujer cierra los ojos, el hombre disfruta mirando, ¡siempre!
Con todo esto os quiero presentar nuestra nueva novela en ebook, Traición y deseo de Alfredo Cano, la hemos etiquetado de erótica. En ella el sexo es explícito y es la principal relación entre los protagonistas, secuestrados por una red de narcotráfico,  serán usados y abusados por esta a través de operaciones de venta de drogas a nivel internacional. Algunos momentos puede parecer poco creíble pero os pido que abráis vuestra mente y entendáis que el ser humano puede relacionarse mediante el acto sexual en situaciones de estrés,¡ qué puede haber más liberador! El sexo puede ser un refugio en el que se busca protección y cariño, en Traición y deseo los protagonistas lo encuentran. La amistad más pura es aquella en la que se comparte sexo  sin pretender nada más, un sexo generoso y reparador.

Nota: no he indicado ningún título de novela erótica de los listados porque todos podéis intuir a qué obras me refiero, siempre lo digo desde el respeto hacia el autor o autora, pero no quiero ayudar a difundir obras que la calidad y el tratamiento de personajes deja mucho que desear.
Fuentes :
Estudios de Louann Brizendine autora de El cerebro masculino, El cerebro femenino
Estudio de Kinsey sobre comportamiento sexual  de hombres y mujeres en 1940, EEUU
Película Kinsey, del 2004, protagonizada por Liam Neeson dirigida por Bill Condom

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Paciencia, herramienta creativa

Ayer intercambié emails con un escritor que estaba esperando entrar a quirófano para ser intervenido. Parece que lleva una mala racha en cuanto a salud se refiere, quiero aprovechar este artículo para enviarle mucha fuerza y toda la energía posible para ayudarle en su  recuperación.

En uno de los emails me comentó, “estoy armado de paciencia”.
“Paciencia”, me pareció una palabra sabia y necesaria. No es habitual que alguien que está convaleciente o enfermo la use. Se acostumbra a decir que la paciencia es la madre de la ciencia, y de la literatura, añadiría yo.
Sin paciencia no somos nadie ni acabamos nada. La paciencia nos permite respirar, reflexionar, mirar y seguir andando. Gracias a la paciencia se han descubierto inventos que han transformado la historia y han surgido obras literarias que han creado nuevas corrientes de pensamiento. A caso no fue paciente y metódico Cervantes al escribir El Quijote.

Si bien existen autores exageradamente prolíficos como la conocida Corín Tellado (María del Socorro Tellado López, 1927-2009) que escribió más de 4.000 novelas románticas.
O Lope de Vega (1562-1635) quien escribió unas 1800 obras de teatro y además unos 3.000 sonetos, 3 novelas,  4 novelas cortas, 9 epopeyas  y 3 poemas didácticos. Otro buen ejemplo de escritor prolífico es Bárbara Cartland ( Reino Unido 1901-2000) quien está dentro del libro Guiness de los records por ser la escritora que más libros escribió en un solo año, 23.

Alguien puede dudar de la paciencia de estos escritores argumentando  que eran inquietos pero no por ello menos pacientes. Porque está claro que para escribir tal volumen de obras solo se puede conseguir con una dedicación a la escritura de 8 de la mañana a 8 de la noche, mínimo, y eso implica mucha paciencia y constancia.
Así que amigos escritores, os recomiendo ser pacientes y comenzar a escribir, sin prisa, sin presión, pero empezar  con vuestras obras y veréis como poco a poco van creciendo en el mundo mágico de la creatividad literaria. Un espacio único donde todo es posible con paciencia.


Y a nuestro escritor inspirador de este artículo, quien ya es paciente por eso tiene tres novelas publicadas y algún premio importante en su haber, le envío todo el cariño para su pronta recuperación y espero vuestros mensajes de apoyo para conseguir que se sienta querido en esta familia tan grande y especial que somos en Marlex Editorial.

miércoles, 31 de agosto de 2016

La mínima unidad de energía escrita, verbos

Que nadie se asuste por el título, no va a ser un artículo sobre la importancia de una correcta conjugación de los verbos. Es más bien una reflexión sobre la fuerza de las palabras, otra vez,  que vacía es la mano (o ahora los dedos) del escritor al dirigir una pluma o marcar compulsivamente las teclas de un ordenador buscando crear grandes recursos literarios. Todos tenemos en nuestra cabeza la estructura, rígida y aburrida, de sujeto, verbo y predicado…¡Y a quién le importa! Qué puede saber una mano o unas teclas de estructuras cuando tenemos en juego sentimientos y descripciones que deben ser precisas y no cansinas. Decir lo que se quiere decir, sin olvidar lo que puede entender el lector.
Pero disponemos de pequeñas unidades de energía escrita, partículas de contenido que  por ellas mismas pueden dar fuerza a todo: crear angustia ( “ cuidado, mira, corre…”), alegría, sentimiento de velocidad, de miedo, …
Aunque una vez más la realidad, nuestra vida real fuera de lo escrito, no entiende de normas ni recursos literarios porque hay algunos verbos que no pueden conjugarse en imperativo  en nuestro día a día, no puede obligar a otros a sentir lo que la gramática tolera: “´¡Amar! ¡Querer! ¡Desear!” Nunca deben ser imperativos en la vida real.

No obstante, los imperativos son maravillosos como títulos, porque resultan llamativos y nos atraen como si de gritos reales se tratara. Los títulos en imperativo son los mejores, siempre desde mi punto de vista. ¿Por qué? Porque nos hablan a nosotros, nos señalan con cada una de sus letras y si además les acompaña un signo de admiración, la atracción es casi irresistible. Es como si nos incitara a pecar, la idea de coger ese libro con el título imperativo llega a la parte más emocional de nuestro cerebro.
Las últimas modas de títulos van en sentido opuesto a lo que digo, porque la tendencia es usar frases, incluso subordinadas, que llenan toda la cubierta o portada principal del libro. 


Este artículo ha nacido al saber que una de mis obras favoritas en un portal de autoedición está siendo preparada para ser editada en papel. Según la propia escritora están reescribiendo la historia, me entristece eso, todo y que entiendo que hay que adaptar las formas a cada medio. Fueron los verbos de esa obra que me cautivaron, el lenguaje directo, la acción pura. Era como mirar lo que pasaba entre los protagonistas por una pequeña cerradura, experimentarlo con mis ojos de lectora. Ahora siento que eso se perderá que un equipo de redactores y editores marcan las líneas del libro según sus criterios.  Criterios que son solo unos y monotemáticos en este país. 

jueves, 25 de agosto de 2016

Oscuridad inspiradora

Escribo este post a las dos de la madrugada del jueves, lo hago después de leer el mensaje que un aprendiz a escritor me ha enviado a las 24:00 horas, escueto pero contundente: “un miércoles resulta extraño sin tu artículo”. Pues aquí va:

No he escrito por falta de ganas o de temas, es que me encuentro lidiando una batalla de formatos y nuevas herramientas, en parte por la necesidad del sector, en parte por mis necesidades emocionales y egocéntricas. , tengo mi egocentrismo de escritora, aunque solo sea de un blog, modesto, y con poco más de 11.000 lectores.

Entre estas personas lectoras, existe una que ya no puede leer, ni leerme, como lo hacía antes. Una terrible enfermedad ha afectado la mácula de sus dos ojos y sufre una pérdida de visión irreparable, de momento.

Esa persona es mi madre. Por ella estoy pasando todos los artículos publicados a vídeo y audio, sin experiencia en ese nuevo medio ni recursos profesionales de grabación, sin técnicas de vocalización ni maquillaje alguno. Al fin y al cabo ella me conoce así, tal y como soy.

Es curioso que la oscuridad llegue a ella de esta forma tan abrupta, a mí ya me atrapó hace tiempo. Cuando tenía poco más de 3 años me caí desde un segundo piso, al correr detrás de mi hermano y mis primos, salté al vacío de cabeza. Al parecer mi cuerpo quedó en el suelo, ensangrentado e inmóvil, mis padres y mis tíos fueron incapaces de atenderme, llamaron a un taxista, y él me envolvió en una manta y me llevó al hospital. Milagrosamente, estaba bien, no me rompí ningún hueso, me vendaron la cabeza y me hospitalizaron algunas semanas, esperando a que el tiempo pusiera todo en su sitio. No sabían qué daños había sufrido y si volvería a ver.

Lo que sentí aquellos días son mis primeros recuerdos en esta vida, oscuridad. Pero no es un recuerdo oscuro o tenebroso, podía notar la luz cuando era de día y por encima de todo la presencia de mi padre cuando entraba en la habitación, siempre feliz y sonriente. Aprendí a ver la vida desde el oído, a sentir que todo tiene su ruido, hasta lo que no tiene vida como los muebles, el suelo o las paredes.
Tenemos una imagen negativa de la oscuridad. Nos dicen que habitan monstruos y seres malignos. Pero no es cierto. Nunca sé si la oscuridad es la ausencia de colores o la suma de todos ellos, yo la siento como otra forma de luz, percibo calor y paz cuando estoy a oscuras. Aunque amo la luz y siempre estoy en espacios abiertos e iluminados.

Quizás el hecho de que crecí convencida de que cualquier día podría perder la vista de nuevo, o bien porque mis padres vivían asustados pensando que si me dolía la cabeza algo malo me iba a suceder. Afortunadamente, casi nunca me duele la cabeza, y sí, soy muy miope pero miro todo por dentro, siento la luz y la energía también cuando estoy en la oscuridad.

PS: cuando mi hijo mayor tenía 5 meses se cayó del cambiador, no perdió el conocimiento, no se fracturó ningún hueso, tan solo el cráneo. ¡Debe ser algo genético! :)

miércoles, 17 de agosto de 2016

No malgastes tu vida con malos libros

"La vida es demasiado corta para leer malos libros"
Arthur Schopenhauer

Una afirmación comprometida pero certera, tendríamos que definir primero qué entendemos por malos libros, me temo que es algo complicado, igual que juzgar a las personas, así de difícil es juzgar si un libro es bueno o malo porque, SIEMPRE será una opinión personal. Está claro que puede haber hechos técnicos que evidencien que un libro no da la talla.

Lo realmente engañoso y doloso es que nos cuelen libros como si fuéramos tontos, segundas o terceras partes de súper éxitos de ventas que acaban tan diluidos que a veces ni el propio escritor los reconoce.

No obstante, y voy a lanzarme arena en los ojos, gran parte de la culpa es del lector. Por no protestar, ¿Alguien ha ido a una librería a devolver un libro porque no le había gustado? O sea, si unos zapatos no nos van bien podemos devolverlos, pero si un libro ,que a veces cuesta más que unos zapatos, no nos gusta, ¿por qué no se puede devolver?

Aquí van unos ejemplos, siempre desde mi criterio personal, de libros que me han desilusionado y que me ha costado mucho acabarlos y adquirirlos:

La mano de Fátima, de Ildefonso Falcones. Reconozco que la he acabado y que es una gran obra pero resulta tan lenta y cansina, sobre cargada de desgracias. No he conocido otra persona que la haya acabado, todavía. Pero este libro llegó del tsunami mediático de La catedral del Mar, año 2007, fue la obra más leída en todo el mundo y lo compré compulsivamente.

Moby Dick, de Herman Melville. Lo siento, he de confesarlo,  me provocaba somnolencia sin embargo me encanta El viejo y la Mar de Ernest Hemingway y de este libro me quedó una cita maravillosa que comparto con vosotros "El hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado".

El Silmarillion, de JRR Tolkien narra la historia de los Días Antiguos y la Primera Edad, desde la creación de Eä hasta las guerras de Beleriand contra Melkor. Sí, lo confieso, es superior a mi voluntad, lo he intentado varias veces, pero nunca con éxito. Sin embargo, he devorado el Señor de los Anillos del mismo autor.

La cúpula de Stephen King. Una historia apocalíptica e hipnótica. Totalmente fascinante. Para mucha gente es la mejor obra de Stephen King personalmente me encanta técnicamente como obra pero no he conseguido acabarla. Este libro descansa en mi mesita de noche de forma perpetua como una condena para él y para mí, y eso que soy una gran fan de Stephen King.

Igual que evolucionamos en la vida, también lo hacemos como lectores. Cuando somos más jóvenes tendemos a leerlo todo, lo que nos apasiona aunque nos decepcione después, pero la curiosidad y las ansias nos dominan en esos años.

Cuando los años se notan en nuestras articulaciones descubrimos que la lectura es un placer y que NO hemos venido a este mundo a sufrir, con lo que disfrutemos y leamos cosas que nos hagan gozar de uno más de los placeres de la vida: la lectura.

Compartir qué libros no habéis acabado de leer, así nos evitáis "disgustos" a los demás lectores :)




martes, 9 de agosto de 2016

Palabras que mienten

Existen palabras que mienten aunque sean verdad.  Verdades que ya forman parte del saber colectivo y que en muchas ocasiones necesitamos que sean ciertas, pero, en el fondo sabemos que no lo son. 
Os dejo unos ejemplos, como siempre, poco científicos y en clave de humor e ironía consecuencia de  mi estado emocional en este mes atípico.


¡A la vejez, maduras! Una afirmación que no tiene nada de verdad, porque a la vejez envejeces pero no está directamente relacionado con la madurez. Tampoco con la sabiduría, puras leyendas de palabras y letras bien sonantes.
¡No se puede ser tan ingenuo!   La mayoría de nosotros usamos esta afirmación para indicar algo parecido a “no se puede ser tan tonto”.  Pero  , ¿por qué no? Prefiero pensar que ser ingenuo viene de la unión entre “In” y “Genio”. Con lo que no es negativo ser ingenuo, implica tener “genio” dentro, ser ingenuo conlleva inteligencia, como mínimo emocional. Los niños son ingenuos, no puede ser malo. La RAE da dos opciones de sinónimo para ingenuo: una en la línea de bobo, cándido…Y otra en la de avispado y astuto. Me quedo con la última.
Después de un mal final siempre hay un buen principio. ¿Seguro? Yo creo que después de un mal final viene la calma, porque debería ser obligado que cuando algo sale mal descansen los malos farios y le dejen a uno en paz por un rato.
¡El dinero no da la felicidad!  Y que más le dará al rico en cuestión. Porque si el dinero no da la felicidad, como mínimo lo que consigue es una imitación de lujo. Más vale una réplica falsa de la felicidad que una tristeza auténtica y profunda.
¡Elemental, querido Watson! Pues esta muletilla es una invención del guion de la película protagonizada en 1939 por Baril Rathbone y nunca fue parte de la novela original Sherlock Holmes escrita en  1887 por el escritor escocés sir Arthur Conan Doyle.
¡Por la oreja de Van Gogh! Esta afirmación nace de la leyenda sobre Van Gogh, cuenta que se cortó una oreja en una de sus crisis allá por el año 1888, pero en realidad solo fue una pequeña parte del lóbulo izquierdo que apenas se apreciaba. Otra verdad a medias, pero hay que agradecer a esta falsa verdad que inspirara a unos de los mejores grupos de música que ha habido en España, La Oreja de van Gogh os dejo un link a una de sus canciones, por si no lo conocíais, Cuéntame al oído, una de mis favoritas.

Espero  haber conseguido una sonrisa de alguno de vosotros tras leer estas líneas, y recordad al escribir que no todo lo que es afirmativo es positivo, ni todo lo que dice ser verdad es cierto

martes, 2 de agosto de 2016

Agosto, un mes atípico

Sin duda agosto es un mes atípico, de hecho es el segundo mes consecutivo que tiene 31 días, y nadie habla de ello, como son vacaciones para la gran mayoría de personas, nadie se queja, sin embargo todo el mundo despotrica de febrero porque tiene menos días. ¡Qué injusto! 
Personalmente prefiero febrero, es mi mes de nacimiento, corto y frío,  pero divertido. Siempre espero que haga mucho frío y nieve, aunque ya hace años que eso no sucede.


No me gusta el verano porque todo es diferente: la gente está más nerviosa y menos centrada, es como si esperasen resolver muchas cosas en pocos días. Los anuncios se inundan de mensajes como “los mejores libros para el verano”, “listas de lectura para las vacaciones”… ¡Qué tontería! La mayoría que leen solo en verano no acabarán el libro “elegido”. Los lectores de 365 días ya saben qué van a leer, porque siempre leen, no necesitan instrucciones de lecturas recomendadas para “dummies”(*). Las editoriales no hacemos campañas para que nos lean en verano sino que nos esforzamos por las novedades y presentaciones de septiembre, porque navidad empieza en agosto: se vende lotería, se liquidan stocks, todo se orienta para la recta final del año desde este mes tan atípico.
Tampoco me gusta que se asocie el verano como exclusividad del mes de agosto, los medios de prensa nos presentan el día uno de agosto como el verdadero inicio del verano, cuando es totalmente falso. Más bien es el final. Ya hay menos horas de luz. Los días se acortan, pero nadie presta atención. Los mensajes publicitarios nos dan pastillas para hacernos creer que las vacaciones son una píldora de felicidad garantizada, cuando es mentira, porque es la época en la que más trámites de separaciones y divorcios se inician.
En fin, después de este artículo tan positivo, me iré de vacaciones a la montaña, desconectaré un poco y a ver si encuentro mi porción de felicidad prometida, compraré lotería de navidad y leeré unos libros que tengo que leer un poco por compromiso, espero que me sorprendan.

¡Prometo informaros a la vuelta! 

Posdata: por si no lo habéis notado, pienso seguir trabajando, también de vacaciones ;)
Sed felices y leer si os apetece y si no, VIVIR y SENTIR

¿Qué estáis leyendo en estas vacaciones? o ¿Qué estás escribiendo? 
¡Compártelo conmigo!


(*)Dummy, palabra inglesa que significa muñeco de plástico y se usa como sinónimo de tonto 

martes, 26 de julio de 2016

La maldad, recurso literario

Lo bueno y lo malo, así como existe en la vida real, también vive en los libros. Tal vez sea el encanto de no saber dónde empieza la maldad o la bondad. Ni qué implica realmente el ser una mala persona.  
Cuando pensamos en personajes literarios malvados, lo primero que nos viene a la mente son imágenes de Lord Voldemort, de Harry Potter, o Darth Vader, de las Guerra de las Galaxias, o el casi todopoderoso Sauron del Señor de los anillos.


Quiero provocaros a desarrollar personajes realmente malvados, como Víctor en La Naturaleza del Fuego, de Daniel Escriche o el joven asesino de Todo lo que sé… de Carles Edo. Personajes que se les puede tocar, acariciar, pueden ser nuestros vecinos o nuestras parejas. Viven aquí, entre nosotros, o quién sabe si con nosotros. Porque la maldad es muy astuta y se disfraza con sutilidad entre las buenas maneras. Un personaje malvado siempre se asegura que nadie de su entorno, sus amigos, sus compañeros de trabajo, sospechen de su maldad. A veces ni él mismo es consciente de su locura. Pero en los pequeños detalles del día a día aparecen sus demonios y le poseen, torturando al que tiene más cerca.  

La maldad está en nosotros, en nuestra naturaleza, como está presente en  todo el  Universo. Los personajes villanos enganchan al lector y lo seducen más que los buenos y como ejemplo el desgraciado Grenuille del Perfume (  Patrick Süskind) , o el  ciego maltratador del Lazarillo de Tormes, o el siniestro Javier Fumero de La Sombra del Viento, de Carlos Ruiz Zafón.

¿Qué sería de estas novelas sin el atractivo de la maldad de su personaje? 
Nos divierte lo que nos hace reír, pero también, o incluso diría que todavía más aquello que nos asusta y nos hace sufrir.

Qué viaje más adictivo resulta empezar una historia en la que vas descubriendo poco a poco la locura y el desequilibrio del personaje como en la vida real cuando vives con alguien y un buen día no lo reconoces y solo te aterra tenerlo delante.  Así como en la vida nos apetece desaparecer y aparecer en cualquier otro lugar, en los libros nos adentramos más en la historia, casi deseamos ser ese villano y dejarnos llevar por el sinsentido inherente a todo ser humano.  Porque nada más humano que la maldad, también cuando es literaria.


Si buscáis ejemplos de perfiles psicológicos perturbados os recomiendo Megan, protagonista de La Chica del Tren de Paula Hawkins,  o bien Thomas Spencer el sociópata protagonista de La Historia de un canalla de Julia Navarro.